Realizar un estudio exhaustivo a tu imagen pública te permite fortalecer tu liderazgo e imagen física, tanto como tu imagen verbal y no verbal ante la ciudadanía. Para ello es indispensable aplicar una metodología de sistema íntimo con un enfoque holístico en armonía con tu esencia.
Debido a que la imagen está asociada con la percepción, la sensación interior resultará siempre de una impresión material hecha en los sentidos. Cada imagen cuenta con tres estructuras: la espacial, la temporal y la de relación. En este aspecto es preciso reconocer cuatro reglas elementales para proyectar una adecuada imagen pública.
El primero es; todos tenemos una imagen, es inevitable no tenerla. En segundo lugar, el 83% de las personas decide por la vista; tercero, la primera impresión es la que cuenta, esto significa que nuestro cerebro decodifica de manera instantánea los estímulos brindados; la cuarta regla es que los seres humanos deciden en función de los sentimientos, aquí se aplica la regla del 85/15, el 85% de las personas decide con los sentimientos y el 15% de las personas decide con el pensamiento.
Por esta razón, cuanto mejor sea tu imagen, mayor será el poder de influencia, lo que te brindará una buena comunicación, conocimiento, seguridad y credibilidad. La imagen del partido permea en ti, por ello tu imagen debe construirse con inteligencia, respetando su esencia y cualidades para trabajar en las áreas que no te suman. ¿Proyectas lo que deseas?