Serie 3: 5 claves de la oratoria política

Episodio 1: ¿Qué decir?

En esta nueva serie me pareció pertinente traer a la mesa un factor muy importante en materia de ganar campañas electorales que, sin embargo, muchos candidatos hoy en día han preferido dejar de lado: la oratoria política. Los políticos contemporáneos no le dedican el tiempo debido a entrenar su discurso, a practicar su oratoria, no invierten en un coach político y consideran que la oratoria ya no es tan necesaria. Esto es un error, pues baja el nivel de persuasión y se degrada el productor político, pierde valor.

Como en Goberna conocemos la importancia de la oratoria para el posicionamiento de un candidato, en mi libro “máquina electoral” escribí una guía básica de 5 pasos para el orador político: 1. ¿Qué decir? 2. Redactar el discurso 3: dominar el lenguaje corporal 4. Dominar la entonación y 5. Dominar las pausas. En este episodio empezaré por el qué decir, y hablaremos de cada paso a lo largo de la semana.

El qué decir va dirigido al poseer una opinión, postura o ideología previa al momento de dirigirse al público, sobre todo en temas de interés para los votantes o controversiales. Es decir, si preguntan por su postura frente al aborto, es mejor que el candidato tenga una. La audiencia puede detectar cuando un político está siendo evasivo o cuando no tiene una posición clara sobre un tema, lo que puede hacer que pierda la atención y el interés de su público.

A veces uno puede pensar que es mejor quedarse callado o no opinar por no perder a esos electores que podrían no estar de acuerdo, pero no funciona así, al ser neutral, tibio o evasivo, se pierden electores de ambos bandos y se generan dudas sobre la capacidad del político para liderar y tomar decisiones. Esto sin mencionar lo poco atractivo que resulta seguir a un líder que no tiene la capacidad de decir abierta y claramente hacia dónde se dirige su gestión o el tipo de persona que es. 

Además, al intentar conservar a los electores a través de ser neutral se pierden todas las ventajas de no serlo. Tener una posición clara y coherente sobre los temas importantes es una forma de conectar con la audiencia y de transmitir confianza y seguridad en el mensaje que se está transmitiendo. Los votantes esperan que sus líderes sean capaces de tomar decisiones y de defender posturas que reflejen sus intereses y necesidades. Al mismo tiempo se genera un sentimiento de pertenencia con el candidato o con el partido, pues al compartir una postura o línea de pensamiento se genera esta diferencia entre nosotros y los otros que fideliza al elector.

La oratoria política es una herramienta fundamental para los políticos, les permite persuadir a su audiencia y movilizarla hacia sus objetivos. Una postura o ideología bien construida y bien presentada puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso de un debate o entrevista. Algunos candidatos tienen problemas para terminar de definir su postura o línea de pensamiento, para esto es necesario cierto entrenamiento que puedes ser dado por el mismo consultor (si tiene las capacidades) o por un tercero, lo importantes que se dedique el tiempo y los recursos necesarios para pulir las posturas y avanzar hacia la excelencia en la oratoria.