La revolución digital ha modificado radicalmente diversos aspectos en la vida de los ciudadanos, el sistema tradicional de los medios y la representación política en la esfera pública ya que exige una participación activa a través de la Web. 

Las tecnologías de la información (TIC) cumplen una función vital en esta revolución y han cambiado la forma como se concebía a la ciudadanía y el ejercicio de ella misma. No solo nos han brindado la facultad de adquirir información sino que nos dan el poder de decisión, ya que a través de ella podemos dialogar y deliberar sobre diversas decisiones públicas.

La participación política en la era digital se ve evidenciada en distintos aspectos como en la emisión de votos, el activismo en una organización o asociación política, contacto con políticos, hasta en manifestaciones o protestas políticas digitales. La política en el ámbito digital ha desarrollado nuevas estrategias pero, al mismo tiempo, ha obstaculizado a diversos partidos que no han fusionado lo digital con las estrategias tradicionales. 

Podemos hablar de una nueva esfera pública, en la cual el ciudadano se conecta y se relaciona en la Web. La participación activa en redes sociales nos permite estar cada vez más cerca de los ciudadanos y nos abre horizontes que antes no veíamos. 

En EE.UU., el ciberactivismo es uno de los mayores responsables del crecimiento y desarrollo de movimientos como Black Lives Matter (BLM) y Blexit, movimiento de afroestadounidense en contra del partido demócrata. Las redes sociales se han convertido en espacios de convocatoria y organización.

El ciberactivismo es el motor de muchas de las protestas que se observan hoy en día y que muchas veces favorecen reformas sociales. Es importante reflexionar sobre la participación y el ejercicio de la ciudadanía, especialmente en lo que supone los accesos a Internet y las redes sociales, los cuales nos brindan nuevos espacios para la comunicación, organización y movilización social.