Desde hace algunos días, las centrales obreras, sindicatos y otros sectores del país se mostraron renuentes a su posición en contra de la tan nombrada reforma tributaria. En ese mismo sentido, las organizaciones que conforman el Comité Nacional del Paro hicieron un llamado a Paro Nacional para el día 28 de abril para así, manifestar por las inconformidades presentadas ante las diferentes decisiones tomadas por el Gobierno Duque, como el incremento del costo de los productos de la canasta familiar, por ejemplo.
Por su parte, ante esta iniciativa, el gobierno nacional solamente hizo el llamado a los lideres gremiales para aplazar el paro, todo con el fin de contener el numero de contagios en el territorio nacional, pero dejando claro que la reforma seguiría en pie. Luego, mediante un fallo judicial en el que se restringían directamente las movilizaciones programadas, dejaron en claro que no iban a dar su brazo a torcer. Aunque claramente no hubo una verdadera intención por parte del gobierno en tratar de frenar las movilizaciones, al final de la tarde de este 28 de abril, se conoció una intención de dialogo, algo que no tiene un muy buen historial en el país.
El proyecto de Reforma Tributaria fue solamente esa gota que rebosó el vaso, ya que este paro terminó aglutinando muchas demandas profundas que tienen los colombianos ante los problemas sociales, económicos y sanitarios que abundan en el país. Así se dejó ver en un comunicado titulado: “Por la vida, la paz, la democracia y contra la reforma tributaria y el paquetazo de Duque vamos al paro nacional el 28 de abril” que expuso el Comité Nacional del Paro. El documento señala puntualmente lo siguiente: “Altos índices de desempleo, pobreza y desigualdad, crisis de salud pública causada por la COVID-19, lento proceso de vacunación, Renta básica del salario mínimo, subsidio a las PYMES, masacres y asesinatos a líderes sociales, paramilitarismo en los territorios, militarización en la vida civil, crisis carcelaria, criminalización de la protesta social e incumplimiento de los acuerdos de paz».
La situación es realmente crítica, principalmente porque Colombia está pasando por su tercer pico de contagios por Coronavirus. En Bogotá, por ejemplo, el domingo pasado la alcaldesa Claudia López dejó ver que están en situación de emergencia. La alerta roja general en la capital fue resultado de más del 90% de ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de las instituciones de salud. Desde que empezó esta pandemia, es la primera vez que un paro coincide con un pico de contagio, y en este caso, es el peor.
A lo anterior, se le suma que se aplazó la llegada de vacunas de la farmacéutica Pfizer al país. El Director del Departamento Administrativo de la Presidencia, expresó que ingresarían 549.900 vacunas, y que a causa de las protestas en varias partes del país, como medida preventiva, se posponía la llegada para no correr riesgos de refrigeración en el desplazamiento de estas. Eso, midiendo el impacto de esta protesta, en pleno pico de pandemia, no era un lujo que se podían dar.
Por otro lado, hubo varios contrastes en las protestas alrededor del país. Cali, fue una de las ciudades más intensas durante toda la jornada, especialmente por la cantidad de hechos de daño a los bienes públicos y privados. En este contexto, la fuerza pública está habilitada para actuar de acuerdo con los protocolos establecidos y, aunque en ocasiones anteriores se ha visto abuso de poder, algunos de los que asisten, aprovechan estas circunstancias para cometer actos vandálicos que, sin lugar a dudas, deslegitima la iniciativa pacifica de protesta. Nada justifica la violencia, ni tampoco se entiende por qué atacan al mismo pueblo que dicen defender.
Por ahora, el gobierno debe conocer cual es la inconformidad, y las manifestaciones, son una muestra clara de ello. Particularmente, todas las tributarias generan cierto tipo de desaires en la sociedad pero esta, llega en medio de la peor recesión económica registrada en el país y con un desempleo por encima del 17% producto del Coronavirus. Además, en pleno paro, el gobierno insiste en los consensos en el Congreso para la tributaria y, también sustentan que la reforma está hecha para pensar en las finanzas y “para mantener los programas sociales en el tiempo que sea necesario y que los más vulnerables salgan adelante”. Por ultimo, hay algo que si es claro, y es que Colombia, al igual que muchos países, ya estaba en paro por el Coronavirus.