El arquetipo del padre protector en la política es un concepto que evoca la imagen de un líder que asume el rol de figura paternal, alguien que promete cuidar, proteger y proveer a su pueblo. Este arquetipo se distingue del héroe en su enfoque, ya que en lugar de enfrentar desafíos y ser un salvador, el padre protector se centra en brindar seguridad y mantener el orden.

Una de las características fundamentales del arquetipo del padre protector es la narrativa paternalista que lo rodea. Este tipo de líder político busca presentarse como la figura que guiará y velará por el bienestar de sus ciudadanos. Suelen utilizar un lenguaje y un tono de voz que transmiten autoridad y confianza, enfatizando la importancia de mantener la estabilidad y el orden en la sociedad.

Es común que los políticos que encarnan el arquetipo del padre protector sean personas de mayor edad, ya que esta característica se asocia con la sabiduría y la experiencia necesarias para proteger a sus «hijos» políticos. Además, suelen tener conexiones o una trayectoria relacionada con el ámbito militar, lo cual refuerza la imagen de autoridad y disciplina.

Este arquetipo es atractivo para los votantes por diversas razones. En primer lugar, brinda una sensación de seguridad y protección en tiempos de incertidumbre. Los electores encuentran consuelo en la idea de tener un líder que se preocupe por su bienestar y esté dispuesto a tomar las medidas necesarias para protegerlos. El padre protector ofrece una sensación de estabilidad en un mundo caótico.

Además, este arquetipo resuena especialmente con aquellos votantes que tienen una orientación ideológica más conservadora. La narrativa paternalista se alinea con valores tradicionales como la autoridad, la disciplina y el mantenimiento del status quo. Los votantes que valoran la estabilidad y la seguridad suelen encontrar en el padre protector un líder que representa y defiende sus valores.

Un ejemplo de político que personifica el arquetipo del padre protector es Vladimir Putin, presidente de Rusia. Putin ha construido su imagen política en torno a la idea de ser un líder fuerte y protector que salvaguarda los intereses de su nación. Su trayectoria como exagente del KGB y su enfoque en mantener el orden y la estabilidad en Rusia refuerzan la narrativa paternalista asociada con este arquetipo.

Es importante destacar que, para mantener efectivamente este arquetipo, los líderes políticos deben hacer constantes muestras de autoridad y actitud. La figura del padre protector debe transmitir confianza y respeto, y cualquier indicio de debilidad o falta de liderazgo puede erosionar rápidamente la imagen que se intenta proyectar. La coherencia y la consistencia en las acciones y discursos son fundamentales para mantener el respeto que esta figura debe infundir.

El siguiente episodio cierra con el arquetipo del rebelde y con ese estaríamos culminando la serie, espero que hasta el momento siga siendo de su agrado.