Desde el 28 de abril, miles de personas se han tomado las calles de forma pacífica, inicialmente, para demostrar la inconformidad de los planes del presidente ante la reforma tributaria. Sin embargo, las cosas empezaron a salirse de control luego de dos días de paro. La asistencia masiva y con mayor intensidad a las marchas, actos culturales y simbólicos, los disturbios y el vandalismo, fueron el centro de choque con la fuerza pública.

Ante esta situación, y luego de de cuatro días de protestas en Colombia, el presidente Duque cancela la de reforma tributaria, y, además, renuncia el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, cerebro de esta reforma. Sin embargo, ¿Por qué muchos de los colombianos siguieron tomándose las calles para seguir luchando por sus derechos?

Este es un momento que, claramente, marcará la historia para Colombia, y es que, aunque el pueblo consiguió lo que quería, tan pronto el presidente Duque pidió retirar la reforma, se hicieron virales en las redes sociales nuevos mensajes para la continuidad de las protestas por otras inconformidades con la etiqueta #elparosigue. Porque, aunque un sector celebraba el retiro del proyecto fiscal, crecía un nuevo punto de debate entorno a una ley sanitaria que avanzaba sin mayor discusión en el congreso.

Se trata de una Reforma a la Salud, que el pasado 16 de marzo, fue radicada por urgencia por lo que redujo los debates de la propuesta y así, ya fue aprobada la ponencia del proyecto. La iniciativa lo que plantea es la depuración de las Entidades Prestadoras de Salud (EPS), las cuales pasarían a ser aseguradoras de Salud. Pero, hasta aquí no llega la reforma. EL punto de quiebre se da porque para un colombiano poder continuar dentro del sistema, deberá cumplir con unos criterios específicos de prestación de servicio que serán evaluados conforme a su cartera.

Por otro lado, este martes 4 de mayo, se registra una nueva jornada de protesta y un llamado a su continuidad el día 5 del mes en curso. A través de redes sociales se reportan plantones de camioneros con afectación vial en las principales vías del país. Situación que puede agravarse a nivel nacional en cuanto al abastecimiento de alimentos básicos en las plazas de mercado. A esto se le suma una alerta del Ministerio de Minas y energía que dice que no han podido llevar oxígeno a hospitales y a personas que lo necesitan en sus casas por bloques principalmente en Cali, el Eje Cafetero, Antioquia y la Costa Caribe.

Sin lugar a duda, lo que está pasando hace varios días en Colombia es muy grave y crítico. Es el resultado de tantos años de inequidades, injusticias y de pobreza, que claramente, se exacerbaron por la pandemia del Coronavirus. Ante esto, En 2020, el PIB cayó a un 7% (la mayor caída de toda la historia); la pobreza monetaria alcanzó el 42,5% y, es el tercer país en América Latina con más casos de Covid-19: se cuenta con alrededor de 2,9 millones de infectados y 75 mil fallecidos, según datos oficiales. El día #1 del Paro nacional, fue el día con más numero de muertes por el virus.

Pero, lo más alarmante de todo esto, es la respuesta del gobierno ante los manifestantes. En lo que van de seis días de protestas, ya hay más de 19 fallecidos, 4 denuncias de violaciones por parte de la unidad antidisturbios, 12 estudiantes que han perdido un ojo y mas o menos 940 personas heridas. Adicionalmente, La Defensoría del Pueblo publicó una lista de personas que se encuentran desaparecidas en diferentes ciudades del país. La lista fue armada con información de denuncias de la ciudadanía y de organizaciones independientes, y cuenta con un total de 89 personas.

Lamentablemente, la realidad del país no está siendo tomada muy en serio. No es momento para ideologías, sino de buscar soluciones conjuntas que permitan superar toda esta crisis. Los gobernantes, siguen en deuda con el país. El año 2022 viene cargado de incertidumbre, campañas de miedo, pero sobretodo con el punto de mas desesperanza del pueblo.