Durante los últimos días apareció una conjetura electoral en la cual se proyecta una mayor participación en las futuras municipales, esto con base en la elección de constituyentes y las personas que pudieran sentirse convocadas para continuar con el proceso iniciado en octubre pasado.
Parece de toda lógica la idea pero deja varios claroscuros que merecen un poco más de análisis.
La primera condición para la participación ciudadana es que las personas sientan que la elección y su resultado incidan directamente en su vida, y que en los candidatos vean el afianzamiento de algo que quieren que siga o la opción de un cambio posible. Aquí, está a mi juicio, la diferencia más grande entre la elección de octubre y la del próximo abril. El plebiscito tenía un aura de gesta épica y claro, la opción de cambiar el país desde su estructura es lo que muchos quieren, una nueva Constitución redactada por representantes de la ciudadanía tiene todo los requisitos para asegurar interés y participación.
Muy por el contrario las elecciones municipales, y a pesar de ser las más cercanas a la realidad local, carecen de ese sentimiento. Ni los que ostentan el poder comunal son claros en decirnos por qué deberían continuar, ni los aspirantes logran convencer por qué deberíamos cambiar el rumbo. En este vacío discursivo la ciudadanía cae en la peligrosa idea de que en realidad importa poco quien administre el poder, porque no ve diferencias que hagan sentido con sus exigencias.
Si miramos los candidatos de la elección municipal tampoco encontramos mucha caras nuevas en las ratificaciones del Servel. De hecho gran parte de ellos ya fueron candidatos (a varios cargos) muchas veces anteriores o son los "delfines" de otros que buscan seguir manejando desde otras esferas la política local mirando las futuras parlamentarias.
Por lo anterior suena bastante injusto entonces delegar la responsabilidad de la convocatoria a los candidatos constituyentes. Son los menos conocidos, los que más tuvieron problemas de ganar un cupo, a los que se les exigió firmas y requisitos administrativos y los que menos espacios mediáticos tienen para presentarse. El sano ánimo e interés constitucional es amplio, pero no abusen, no pretendan ganar votos a costillas del interés general del país, sobre todo si la coalición política gobernante en nuestra ciudad blindó al actual alcalde con el aborrecido "el que tiene mantiene", la oposición dio un triste espectáculo al suspender una primaria sin que todavía el candidato de la FRVS dé una razón válida o entendible para hacerlo y los que se presentan como independientes aún no diferencien entre no tener militancia y no tener un dogma político.
En el colegio se decía "pajarito nuevo la lleva" por obligación, el punto es que para esta elección este pajarito no pertenece al nido y puede simplemente volar.