Bogotá es el polo receptor del flujo migratorio, así como en el pasado lo fue del conflicto interno de Colombia. Esta ciudad, si bien lo está ubicada cerca de las fronteras nacionales, se encuentra enclavada en los Andes, con una cultura muy diversa ya que como bien se ha expresado, recibe el flujo de migraciones tanto internas como externas.
Si bien, la capital colombiana siempre ha persistido como el epicentro del país, también ha tenido mejores indicadores sociales, económicos que el resto del territorio nacional pero que, actualmente, se ha visto sumergida en una crisis socioeconómica. Llama mucho la atención y resulta preocupante el choque de posiciones que representa el tema de la política migratoria del país, ya que esta afecta directamente a dicha ciudad.
Así, sería raro que este sea el tema principal a tratar. Sin embargo, desde hace varias semanas hay un tema en particular que agita al mundo entero y es la crisis política derivada de la toma del poder por parte de los talibanes sobre Afganistán. Ante esto, este tema ha sido el centro de debata para el país, teniendo en cuenta que, sin contar los más de 340.711 ciudadanos venezolanos que solo son parte de la capital, viene ahora la recepción de cuatro mil migrantes afganos en Colombia por solicitud del Gobierno norteamericano, con cuota de mantenimiento incluida, al parecer de forma “temporal”.
Ante esto, las alarmas se han encendido. Preocupa el desempleo y la pobreza, sobretodo en un ambiente de pandemia, en donde el país no cuenta con la buena capacidad para acoger a los afganos. Y es que, prácticamente, el país se adentrara en un juego a ciegas ya que aún no se conoce el marco de cooperación en que se ofrece esta ayuda humanitaria, ni en que va a consistir. Así como tampoco la temporalidad con que se ofrece.
A esto se le suman más cifras. Tan solo en lo que va del año, 49 mil son los migrantes que han cruzado la frontera entre Colombia y Panamá, la misma cantidad que los últimos cuatro años juntos, huyendo de la crisis generada por el Covid-19, la pobreza y la violencia en sus países de origen. Algo que agudiza aún más, las preocupaciones que se tiene en el país, es el tema del crimen organizando. Siendo este un efecto de la migración que trata de sacar provecho y pone en riesgo la seguridad nacional.
en el país hay “poco más” de dos millones de residentes extranjeros, de los cuales el 87% corresponden a ciudadanos venezolanos. Ante esto, muchos analistas en el tema argumentan que, es a raíz de la migración venezolana en los últimos años que Colombia se ha convertido en uno de los centros de migración a nivel mundial, cuando antes de esa situación era principalmente un éxodo de colombianos al exterior. Una migración flotante y residente que se ha aumentado con crisis en países como Haití que produjo un represamiento de más de 12 mil personas en el país.
Aún no se conoce la fecha ni las disposiciones de albergues para los refugiados, pero ya las principales ciudades anunciaron su disposición para recibir a las personas que huyen de la violencia. Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín hicieron pública su capacidad. Solo falta esperar qué se deriva de esto y ojalá que a pesar de la crisis que converge de este contexto de recepción, no se agudice aún más.